Afrontan un futuro incierto. El cambio climático pone en jaque la vida de millones de personas. Ciudadananos anónimos que dependen de los recursos naturales para salir adelante y a los que cada vez les resuta más difícil luchar contra los devastadores efectos del calentamiento global
PUBLICIDADAfrontan un futuro incierto. El cambio climático pone en jaque la vida de millones de personas. Ciudadananos anónimos que dependen de los recursos naturales para salir adelante y a los que cada vez les resuta más difícil luchar contra los devastadores efectos del calentamiento global. Es el caso del pescador José da Cruz.
"No tengo estudios. No sé leer ni escribir. Pero una cosa que sí sé y esa cosa es que hay que respetar a la naturaleza. Yo lo hago. Y todas las demás personas también deberían hacerlo porque la naturaleza respeta a la gente", señala José da Cruz.
Como en el caso del brasileño que se gana la vida con la pesca de cangrejos, numerosas familias, que dependen del ecosistema costero, ven seriamente amenazado su modo de subsistir. El aumento de los niveles del agua y de su temperatura, que está ligado al cambio climático y al desarrollo humano, pone en peligro de extinción a un millón de especies, gran parte de las cuales viven en ambientes marinos.