En 45 días se evaluarán los avances en el control del flujo migratorio con Estados Unidos, y de fallar su plan de contención se tomarán medidas adicionales y se podría reactivar la amenaza arancelaria
PUBLICIDADNo hay amenaza de aranceles en los próximos 90 días. Es lo que México celebra haber conseguido tras diez duros días de negociaciones con EEUU.
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, ha sido el encargado de informar sobre los acuerdos sobre tarifas y migración que se tomaron el viernes por la tarde en Washington
Una negociación que ha dicho fue muy tensa, la más difícil en las relaciones con EEUU, en la que "la relación comercial y económica se subordinó a las diferencias sobre el tema migratorio, algo que nunca había ocurrido".
Por eso subraya que la separación de ambos temas fue uno de los principales logros de esta negociación, en la que se tomaron dos medidas fundamentales: En primer lugar, remarcó que México evitó ser "primer país de asilo" o "tercer país seguro", que significaría que las personas que quieran buscar asilo a Estados Unidos serían remitidas a México, quien aceptaría su trámite. Adicionalmente, confirmó el despliegue de miles de agentes de la nueva Guardia Nacional en la frontera sur, aunque recordó que este ya era un plan gubernamental.
El segundo punto se refiere a la aplicación de la sección 235 en la frontera entre naciones, que Estados Unidos ya ejecutaba, y que permite que cuando las autoridades migratorias de EE.UU. se declaran saturadas, devuelven a México a parte de los migrantes para que esperen ahí mientras terminan su proceso de asilo.
México ha intentado evitar a toda costa una guerra comercial que sería muy dañina para el país, al suponer el fin del tratado de libre comercio. "Estimamos que el impacto sería como incrementar el IVA de golpe el 10%. Llevaría a 1,2 millones de empleos perdidos y a la caída del PIB de más de un punto", ha indicado Ebrard.
El otro resultado clave de las reuniones fue darse un plazo para ver si funcionan las medidas propuestas y en caso de que no, sentarse a plantear otras negociaciones incluyendo a otros países implicados como Guatemala, Panamá y Brasil. Una discusión que tendría que presentarse en el congreso mexicano, como ha avanzado Trump en Twitter.
La evaluación, ha dicho Ebrard, se hará dentro de 45 días y se concluirá en un periodo de 90 días, lo que da a México un respiro y una oportunidad de demostrar que tiene razón en cuanto a las políticas migratorias.