Turquía, país miembro de la Alianza Atlántica, ha recibido los primeros elementos del sistema de misiles ruso S-400. Una operación que en opinión de los analistas, supone un giro geopolítico. Estados Unidos ha cancelado la venta de sus cazas F-35 a Turquía y amenaza con sanciones.
PUBLICIDADMisiles rusos en territorio de la Alianza Atlántica. Turquía ha recibido los primeros elementos del sistema de defensa de misiles S-400.
Se trata de parte del material incluido en el contrato de suministro suscrito entre Turquía y Rusia en abril de 2017. Un contrato que desde su firma suscita recelos tanto en Estados Unidos como en el seno de la Alianza. Una contradicción más en la estrategia del presidente, Recep Tayyip Erdogan, que en opinión de los analistas, quiere desempeñar un papel de actor independiente en la región.
"La compra del sistema de defensa de misiles S-400 crea un problema con Estados Unidos y con otros países. Es una operación que supone un giro geopolítico en este momento", explica el analista militar, Abdullah Agar.
Turquía se dota de un sistema de misiles antiaéreo que a todas luces sería incompatible con el sistema de defensa occidental. Estados Unidos ha cancelado la venta a Turquía de sus cazas F-35 porque Rusia podría conseguir información y crear agujeros de seguridad en los sistemas de la OTAN.
Otro contencioso que se suma a la larga lista de agravios entre Washington y Ankara que llevaron a Estados Unidos a la imposición de sanciones. Unas sanciones que han castigado a la lira turca, han disparado los precios y han llevado la recesión a su economía.
Elementos que contribuyeron a la derrota del partido gubernamental en Estambul, en las últimas elecciones muncipales. Unos comicios que tuvieron que repetirse por la resistencia de Erdogan a aceptar la victoria de la oposición.
Un mar de problemas que continúa.
"Si consideramos que el mayor logro de Erdogan fue la economía, todos estos problemas que empezaron el año pasado, con las elecciones, serán un problema mayor para los futuros movimientos políticos de Erdogan", comenta el economista, Ugur Demir.
Una nueva ronda de sanciones estadounidenses contra Turquía por la compra de los misiles rusos puede abrir otra época oscura en las relaciones entre Washington y Ankara.