Los afectados reclaman las ayudas prometidas, que en su mayoría no han llegado.
Reportaje de Fay Doulgkeri
Un año después del infierno de Mati, se rinde homenaje a las 102 personas que perecieron en el fuego. Los afectados aún reprochan a las autoridades la mala gestión de la emergencia y reclaman las ayudas prometidas, que en su mayoría no han llegado.
Lo que era un paraíso estival quedó reducido a cenizas. Las vidas de muchos rotas para siempre.
"Espero que lo que pasó, nunca vuelva a suceder... Que mi casa no se hubiera quemado... Espero que todos estemos unidos, como una piña, y que nunca volvamos a ver algo así", dice una niña afectada por la tragedia.
"Este año ha pasado con mucho dolor, tristeza, dificultades, cansancio y burlas por parte de las personas responsables de reconstruir nuestras casas", lamenta un afectado.
Los recuerdos son todavía muy intensos. Quienes vivieron el mortífero incendio, reviven en su mente los momentos trágicos cada día.
"Las vidas humanas no pueden ser recuperadas... Y esto es un gran golpe... Esta herida nunca se curará. Creo que si recordamos a estas personas, y les rendimos homenaje, siempre estarán vivos dentro de nosotros, pero nunca volverán", señala una de las asistentes al homenaje.
Durante la ceremonia, hubo lágrimas cuando se leyeron en voz alta los nombres de los muertos.
"Caras tristes y frustradas. Algunos perdieron a sus seres queridos, otros perdieron sus hogares. Pero todos aquí tienen una cosa en mente. Dejar atrás la tragedia", explica Fay Doulgkeri, desde Mati, Grecia.
