El Gobierno presenta un proyecto de ley que relajaría una de las legislaciones más restrictivas de Europa
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Mónaco da un paso adelante en la despenalización del aborto. El Gobierno del pequeño Estado, cuya religión oficial es el catolicismo, ha introducido un proyecto de ley por el cual las mujeres que interrumpan voluntariamente el embarazo antes de la duodécima semana no afrontarían una pena de prisión de tres a seis meses o una multa de 9.000 a 18.000 euros, unas condenas que hasta ahora observa la legislación.
El aborto solo está autorizado en caso de peligro para la madre, violación o malformación del feto La nueva normativa no afectaría los médicos, sino solo a las mujeres, que normalmente acuden al extranjero para someterse a la intervención. Además del Principado, otros pequeños estados del continente, como Malta y Andorra, tienen unas leyes igualmente muy restrictivas al respecto.