Diputados británicos consideran una "emergencia nacional" la salida sin acuerdo mientras que en Europa el primer ministro encuentra un rechazo frontal a variar el acuerdo ya pactado
Más de cien diputados británicos han pedido al primer ministro Boris Johnson que ponga en marcha el Parlamento antes de lo estipulado por las vacaciones, es decir, del tres de septiembre. Consideran que el país afronta una emergencia nacional por la posible salida de la Unión Europea sin acuerdo. Mientras, Londres y Bruselas solo dan muestras de su distancia.
El primer ministro británico, Boris Johnson, acepta el recelo que despierta en Europa, aunque sigue manteniendo la idea de cambiar la denominada salvaguarda irlandesa incluida en el acuerdo con la Unión Europea. Precisamente la frontera entre las dos Irlandas fue el punto principal de una carta enviada por Johnson al presidente del Consejo Europeo, el primer intento del jefe de Gobierno de negociar antes de su visita a Londres y Berlín
Pero la respuesta de Donald Tusk no fue muy alentadora. Para él, la llamada salvaguarda es la única posibilidad para evitar una frontera dura entre las dos Irlandas. Además reprochó a Johnson que no haya ofrecido alternativas realistas.
También se mantiene firme la canciller alemana, Angela Merkel, quien se ha mostrado abierta a escuchar soluciones prácticas pero siempre sin tocar el acuerdo de retirada ya propuesto.