El primer ministro británico insiste en que el único acuerdo de Brexit posible incluye la retirada de la salvaguarda irlandesa, a lo que la UE se niega. Pero también quiere alinearse con Bruselas en contra de la guerra comercial de EEUU con China.
PUBLICIDADBoris Johnson deberá hacer encaje de bolillos en Biarritz, en su primera cumbre del G7 como primer ministro. Por una parte, protagoniza uno de los grandes desencuentros del evento, el férreo pulso que mantiene con la Unión Europea sobre el Brexit.
El líder consevador ya calentó el ambiente en el avión de camino a Francia, exigiendo a Bruselas "librarse" de la salvaguarda irlandesa como condición para una retirada con acuerdo.
"Si Donald Tusk no quiere ser recordado como el Señor No acuerdo" deberá tenerlo en cuenta", ha dicho.
Respondía así al tuit del viernes del presidente del Consejo Europeo. "Espero que Johnson no quiera pasar a la historia como el "Señor no acuerdo", aseguraba en el mensaje. "La UE, incluida Irlanda, está lista preparada para escuchar ideas operativas, realistas y aceptables cuando el Gobierno británico las ponga sobre la mesa".
Tusk declaraba luego en Biarritz no estar dispuesto a cooperar en una salida sin acuerdo el próximo 31 de octubre.
La salvaguarda o "Backstop" obliga al Reino Unido a permanecer en la unión aduanera para evitar una frontera dura con Irlanda.
Pero Johnson deberá continuar con este órdago a la Unión Europea y a la vez hacer frente común con ella contra la política proteccionista de Donald Trump, con el que se reunirá este domingo.
Ha comentado que le pedirá que detenga la guerra comercial con China que está desestabilizando el crecimiento económico del mundo entero.
El premier británico también se verá con el presidente del Gobierno español en funciones Pedro Sánchez.