La petrolera saudí Aramco sufre dos ataques, aún sin reivindicar, con drones. El gobierno árabe asegura que el incendio está bajo control
Inquietud en el Golfo Pérsico tras el ataque con drones que han sufrido dos instalaciones petroleras del gigante saudí Aramco durante la pasada madrugada.
Los bomberos han trabajado durante horas para sofocar las llamas, que según el gobierno árabe ya están bajo control.
El ataque, cuya autoría se desconoce, ha tenido lugar en las ciudades de Abqaiq en la costa este del país, y en Kjuraisen, más al interior.
Arabia Saudí tiene tensas relaciones con varios países vecinos, como Irán, y los rebeldes hutíes de Yemen.
Los rebeldes yemeníes, apoyados por Irán, reivindican a menudo disparos de drones o de misiles contra objetivos saudíes. Afirman actuar como represalia a los ataques aéreos de la coalición liderada por Arabia Saudí, que interviene en Yemen en apoyo a las fuerzas pro gubernamentales.
La coalición, que interviene contra los rebeldes hutíes desde 2015, ha confirmado algunos de estos ataques y ha desmentido otros.