Quim Torra ha anunciado un nuevo referéndum de autodeterminación en Cataluña y ha propuesto que el legislativo autonómico trabaje en la futura Constitución de la República catalana a partir de la próxima primavera. ERC le ha parado los pies: "es tiempo de trabajar en los consensos".
Quim Torra reprende con tibieza a los CDR en una condena global a la violencia con la que, asegura, no se identifica el independentismo catalán. El presidente de la Generalitat ha tratado así de acallar las críticas al silencio mantenido desde que estallaron las protestas violentas de los CDR, el pasado lunes. Ante el parlamento autonómico, Torra ha arremetido contra la sentencia del Tribunal Supremo contra los líderes independentistas y ha prometido un nuevo referéndum de independencia:
"Si por poner las urnas para la autodeterminación nos condenan a cien años, la respuesta es clara. Volveremos a poner las urnas para la autodeterminación".
Cuando Torra ha situado ese referéndum en la primavera del año que viene, sus socios independentistas de ERC le han parado los pies:
"No es el momento de impulsar fechas, sino de trabajar en los consensos que representan al ochenta por ciento de la ciudadanía de Cataluña. De encontrar acuerdos entre todos los múltiples actores".
Algunos de esos actores han criticado el empecinamiento de Torra, que se ha convertido en el primer presidente de la Generalitat que es advertido personalmente por el Tribunal Constitucional de la responsabilidades penales que conlleva incumplir sus sentencias.