El Gobierno británico pone fin a su apoyo al denominado 'fracking', la fracturación hidráulica para la extracción de gas o petróleo por la imposibilidad de predecir los seísmos que pueda ocasionar.
El Gobierno británico pone fin a su apoyo al denominado 'fracking', la fracturación hidráulica para la extracción de gas o petróleo por la imposibilidad de predecir los seísmos que pueda ocasionar.
Esta práctica se llevaba a cabo en un yacimiento de gas en el noroeste del país hasta que se suspendió después de registrarse un evento sísmico de magnitud 2,9 el 26 de agosto.
Las autoridades británicas aseguran que esta técnica solo podrá continuar en el futuro si la ciencia demuestra que es segura, sostenible y de mínima perturbación para quienes viven y trabajan cerca ya que, dicen, con los conocimientos actuales no pueden descartar impactos inaceptables en la comunidad local".