En compensación por la tala del abeto del Vaticano se replantarán otros 40 árboles y la iluminación de la plaza de San Pedro tiene un bajo consumo energético
Uniendo la tradición pagana del árbol a la cristiana del pesebre, la Navidad ha llegado a plaza de San Pedro en Roma.
Un arbol y un Belén que provienen de las regiones del nordeste italiano cuyos bosques fueron devastados por una tempestad en 2018. En compensación de la tala de este árbol, se replantarán otros 40 abetos. Y la preocupación, por el medio ambiente, que está al orden del día va más allá. La iluminación tiene un bajo consumo energético con un limitado impacto medioambiental.
Preocupaciones terrenales y espirituales en el Vaticano donde el Papa Francisco ha pedido que se continúe y revalorice la tradición del pesebre iniciada por San Francisco de Asís en 1223, al hacer el primer Portal de Belén en las grutas del Greccio.
