Muerte en la ruta más larga y peligrosa hacia el sueño europeo. Más de 60 subsaharianos murieron esta semana en un naufragio en Mauritania, mostrando que se está reactivando la llamada ruta Atlántica, una vía suicida por la costa africana en dirección a las islas Canarias
PUBLICIDADLa trágica muerte de al menos 63 migrantes en aguas de Mauritania tras el naufragio de una patera que se dirigía a las islas Canarias ha puesto de relieve que se está reactivando una de las rutas más largas y peligrosas que existen para llegar a Europa.
La embarcación, en la que iban entre 150 y 180 personas, había partido desde Gambia el pasado 27 de noviembre. Es decir, tenían la intención de **hacer una travesía de 1800 kilómetros en una patera perfilando la costa africana, en una ruta atlántica suicida al precio de 760 euros por persona.
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El objetivo no fue solo suicida sino mortal. Ante la falta de agua y combustible trataron de acostar en Mauritania, cerca de la ciudad de Nuadibú, pero la embarcación volcó debido debido al oleaje. Solo sobrevivieron los mejores nadadores. Una niña de dos años y al menos siete mujeres figuran en la lista de 63 fallecidos.
Los 85 supervivientes serán expulsados a su país de origen
Un total de 85 personas, la mayoría jóvenes de entre 20 y 30 años, viven para contarlo, aunque 10 están graves en el hospital. Tras el interrogatorio, serán expulsados a Gambia, su país de origen. Los fallecidos han sido enterrados en Mauritania, mientras las organizaciones de ayuda al refugiado se preguntan hasta dónde están dispuestos a llegar los migrantes para alcanzar el sueño europeo.