La violencia extrema hace que haya cada vez menos corresponsales extranjeros en zonas peligrosas. Es una de las consecuencias del descenso del número de periodistas asesinados en 2019.
En 2019 hubo menos periodistas asesinados que en 2018, según revela la Federación Internacional de Periodistas la (FIP). 49 periodistas fueron ejecutados o murieron cubriendo conflictos bélicos, casi la mitad de los 95 fallecidos en 2018. Es la cifra más baja desde el año 2000. Alegan ante este desceso diversas razones: menos combates en Iraq y Siria y la reticencia de los medios a cubrir los lugares más peligrosos, lo que implica que el público está menos informado sobre los conflictos y violaciones de los derechos humanos más mortíferos del mundo.
"Debido a la violencia extrema de los conflictos, muchos periodistas son reacios a cubrir algunas zonas en conflicto. Y delegan en informadores locales. como por ejemplo en el Yemen, donde hay cada vez menos corresponsales extranjeros en zonas peligrosas. Eso explicaría el descenso registrado en 2019. Aunque es una buena noticia el que se hayan reducido las muertes de periodistas, lamentamos el hecho de que estos conflictos no se están cubiertos adecuadamente por profesionales", explica Ernest Sagaga, jefe de derechos humanos y seguridad en la FIP.
México es el lugar más peligroso del mundo para ejercer el periodismo. Diez reporteron murieron mientras trabajaban, más de la mitad de los 18 de toda Latinoamérica. La región de Asia-Pacífico registró doce bajas y África, nueve. Las cifras todavía podrían aumentar ligeramente en las últimas semanas del año.
