Miles de checos exigen la dimisión del primer ministro por supuesta corrupción

Una vez más, decenas de miles de checos han salido a la calle para pedir la dimisión del primer ministro Andrej Babis tras reabrirse contra él un proceso penal por presunta corrrupción con fondos europeos.
La justicia checa estima que existen serios indicios de que Babis captó dos millones de euros de un programa comunitario para pymes de los que presuntamente acabaron beneficiándose sus empresas. Una auditoría de la Comisión Europea corroboró la semana pasada que existió conflicto de intereses.
Babis, uno de los hombres más ricos de la República Checa, ha transferido sus acciones en el grupo agroquímico Agrofert y sus participaciones en medios de comunicación, pero Bruselas considera que sigue controlando sus empresas.
"Nos avergüenza que Babis mienta constantemente al decir que no es dueño de ninguna compañía privada -dice una manifestante-. Se hace pasar por un santo. La gente debe darse cuenta de cuál es la realidad".
Bruselas ha dado a Praga dos meses para aclara la situación. Esta manifestación ha sido menos masiva que la de hace un mes, a la que asistieron unas 200.000 personas, o la de junio, que fueron las mayores concentraciones en el país en tres décadas.