Enjaulado, el otrora todopoderoso presidente de Sudán, Omar al-Bashir, ha escuchado la setencia que le condena a dos años de arresto domiciliario (en un centro de rehabilitación comunitario) por lavado de dinero y corrupción.
Enjaulado, el otrora todopoderoso presidente de Sudán, Omar al-Bashir, ha escuchado la setencia que le condena a dos años de arresto domiciliario (en un centro de rehabilitación comunitario) por lavado de dinero y corrupción. Es la primera de los muchos casos abiertos contra quien durante 30 años dirigió el país con mano de hierro y está en **busca y captura por la Corte Penal Internacional (CPI)**por los crímenes de lesa humanidad perpetrados durante el conflicto de Darfur.
El juez, que ha recordado que los mayores de 70 años no pueden ir a la cárcel, ha ordenado la confiscación de los millones de dólares y euros que fueron hallados en el domicilio del mandatario tras ser derrocado por el Ejército el pasado mes de abril.