Una italiana descubrió que la máscara que compró para protegerse del coronavirus estaba fabricada en Wuhan, foco de la epidemia.
PUBLICIDADComprar una mascarilla para protegerse del riesgo de infección por coronavirus, abrir la caja y descubrir que se ha fabricado... precisamente en Wuhan, China, el brote de la epidemia.
Es lo que le ha ocurrido a Lara, empleada de una empresa que trabaja en el aeropuerto de Fiumicino, Roma. Explica a euronews que se la compró como medida de precaución, porque los aeropuertos son una de las vías de transmisión más habituales.
"Me he equipado en una fase en la que entre el alarmismo, las noticias falsas y mucha confusión de información, prefiero ser cauteloso, llevándolo", como testifica a Euronews. La mascarilla se fabricó en abril del año pasado, mucho antes de que se produjeran los primeros casos de infección por coronavirus en la metrópoli china, y fue distribuida en Italia por Farmac-zabban, una empresa de Emilia Romaña, que, sin embargo, no quiso hacer ninguna declaración.
Esta coincidencia fue publicada el mismo día por un blog especializado en accidentes aéreos.
En realidad no tiene la más mínima importancia sanitaria, más allá de la anécdota.
La Dra. Maria Catena Ingria, del grupo Farmacie Igea, donde se compró la máscara el 28 de enero, explica que estas mismas máscaras que habían sido exportadas hace meses a Italia y llegan más todos los días desde China, y desde Wuhan en particular.
Los precios de las máscaras protectoras en los sitios de comercio electrónico chinos han aumentado exponencialmente.
En las farmacias de Wuhan son ahora casi imposibles de conseguir y la paradoja es que ahora China se ve obligada a importarlas de otros países. "Parte de las 2.000 o más que recibimos cada día las guardamos para nosotros y parte se las enviamos", dice Ingria.
En este período es muy difícil encontrar máscaras en Italia, donde solo se han notificado dos casos de contagio. Ayer los pasajeros de un crucero se quedaron varados en un barco de crucero en Civitavecchia después de detectarse a dos personas de origen oriental con síntomas de gripe.
En una farmacia de Como, confirman que se han agotado las existencias de máscaras, imposibles de conseguir por un bloqueo de la distribución. En Prato, ciudad que alberga una de las comunidades chinas más numerosas de Italia, la farmacia Berlincioni no recibirá máscaras antes del 5 de febrero.
"Hemos recibido unas diez solicitudes cada día y el 80% de los compradores son chinos. Las únicos que funcionan son los que tienen el filtro, pero son aún más difíciles de encontrar", dice el propietario.