Una joven escapa de la cuarentena por coronavirus en Rusia. Un juez ha condenado a Alla Illyna a regresar al hospital del que huyó. Lo curioso es que en la audiencia judicial estuvo rodeada por decenas de personas sin protección
La epidemia de coronavirus está provocando situaciones chocantes como la de Alla Ilyna, una joven rusa, que ha tenido que responder ante la justicia por escapar del hospital en el que había sido puesta en cuarentena.
Alla acababa de llegar de China el 5 de febrero cuando acudió a un hospital de San Petersburgo porque le dolía la garganta. Pese a que le realizaron tres test para detectar el Covid-19 y los tres dieron negativo, los médicos ordenaron su aislamiento.
Al día siguiente, cuando se enteró de que iba a tener que pasar 14 días encerrada, desactivó la cerradura electrónica en su habitación y huyó del hospital.
"El organismo de Salud Pública insiste en aislame porque considera que soy una amenaza para otras personas -comentó la joven en el tribunal-. Pero ya ven, nadie, ni siquiera los representantes del sistema sanitario llevan aquí una máscara".
La audiencia ante la justicia puso de relieve lo absurdo de la situación, con Alla rodeada por decenas de cámaras, periodistas y otras personas presentes en el tribunal antes de que el juez ordenara su regreso a la cuarententa en el hospital.
El caso resulta curioso, pero también inquietante, porque si Alla va bien (no solo por los test negativos sino porque hace ya 20 días que volvió de China), cabe preguntarse qué habría ocurrido si hubiera huido estando contagiada.