Colas interminables, estantes vacíos y carros a rebosar. Ese es el panorama en algunos supermercados de la capital de España, tras el anuncio, este lunes, del cierre de las aulas durante dos semanas, a causa del avance del COVID-19.
PUBLICIDADColas interminables, estantes vacíos y carros a rebosar. Ese es el panorama en algunos supermercados madrileños, tras el anuncio, este lunes, del cierre de las aulas durante dos semanas, a causa del avance del COVID-19. En algunos, había cola para entrar antes de que abrieran.
En las cajas no dan abasto, pese a haber echado mano de todos sus efectivos. Las filas para pagar alcanzan el centenar de personas en algunos establecimientos.
Entre los productos que más rápido se agotan: pasta, arroz, leche, pollo y productos de higiene.
Muchos clientes se han visto sorprendidos ante una situación poco habitual.
Los supermercados aseguran que no existe riesgo de desabastecimiento y piden a los consumidores que hagan sus compras con "normalidad". Sí han reconocido que en la tarde del lunes hubo "problemas puntuales en algunas tiendas", cuyas imágenes se viralizaron en las redes sociales. Para evitar que se repitan, se ha reforzado el almacenamiento de los productos más demandados.