COVID-19: Francia da la voz de alarma ante decenas de muertes en residencias de ancianos

El president Emmanuel Macron durante una visita a una residencia de París el pasado 6 de marzo.
El president Emmanuel Macron durante una visita a una residencia de París el pasado 6 de marzo. Derechos de autor LUDOVIC MARIN/AFP or licensors
Por euronews con AFP
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La epidemia provocada por el nuevo coronavirus golpea duramente en las residencias de ancianos en Francia, como ocurre en otros países

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La epidemia provocada por el nuevo coronavirus golpea duramente las residencias de ancianos en Francia, como ocurre en otros países. Decenas de mayores han muerto en los últimos días a causa de la pandemia. Se teme una "catástrofe" entre este grupo de riesgo particularmente frágil. La inquietud entre trabajadores, cuidadores y familiares va en aumento.

"Debemos hacer todo lo posible para evitar que el virus entre en nuestras residencias, el confinamiento debe ser más estricto", fue el grito de alarma del director de una residencia de la región de Alta Saboya, donde siete personas han muerto recientemente a causa del coronavirus.

"Envío un mensaje a todas las residencias: esto no es en absoluto como una gripe, debemos confinar a nuestros mayores más aún para evitar que este virus altamente contagioso se extienda. Si no lo hacemos, vamos al desastre", alertaba Eric Lacoudre, gerente de la residencia de ancianos Le Bosquet de la Mandallazteur en la población de Sillingy, al sudeste de Francia.

Un temor compartido por el director general de Salud de este país, Jerome Salomon. "Sabemos que las muertes en hospitales representan un pequeño porcentaje de la mortalidad total", reconoció el martes, a la vez que anunciaba 240 nuevas víctimas del virus.

"La gente muere principalmente en los hospitales y en las residencias", afirmó. En los próximos días, aseguró, se pondrá en marcha un "control diario de la mortalidad" en las residencias para ancianos.

En los asilos galos llevan días extremando la precaución: reclusión estricta y visitas restringidas. Sin embargo mantener el virus alejado de esta población tan vulnerable no es fácil.

Los números de fallecidos van en aumento. En el hogar geriátrico y de retiro de la Fundación Rothschild en París, 16 personas han muerto y 81 han dado positivo para Covid-19, según Le Parisien.

Según una portavoz de la Résidence Beauregard, en Villeneuve-Saint-Georges, cerca de París, el virus también ha causado la muerte de tres personas desde el comienzo de la epidemia, y los otros 80 han sido aislados en sus habitaciones desde el 12 de marzo.

Además la muerte en las residencias no se contabiliza en las estadísticas oficiales de fallecidos por COVID-19.

¡¿No cuentan las muertes en la residencias?!?

¿Cuál es la excusa? Sería difícil saber si la persona murió de vejez o por el Coronavírus.

Tests para los mayores

Desde hace varios días, el incremento de muertes entre personas mayores ha disparado también la preocupación de familias y cuidadores. Es el caso de Marie de 60 años. Su madre tiene 85 años y vive en una residencia en Bretaña.

"La situación sanitaria es grave. Les preguntamos pero nos dicen que no pasa nada, que no hay nada por lo que preocuparse”, cuenta a AFP. Esta mujer lamenta que a pesar de que saben que "más de una docena de personas muestran síntomas no están hospitalizadas".

En la Asamblea Nacional, el ministro de sanidad Olivier Véran dijo el martes que había dado "instrucciones muy claras a las agencias regionales de sanidad para llevar a cabo una evaluación diaria de la situación".

"Para aquellas residencias que todavía no han puesto en marcha medidas de prevención, existen riesgos considerables de propagación y tasas de mortalidad que pueden ser catastróficas", advirtió Gaël Durel, presidente de la Asociación de Médicos Coordinadores de las Residencias de Ancianos. Durel estima que alrededor del "30% de estos establecimientos" todavía no tienen medidas de contención estrictas.

Según este médico, se necesitan dos cosas para "evitar la hecatombe". Por un alado, "aislamiento reforzado" de todos los sospechosos de Covid-19 y por otro, "el uso de mascarillas, batas, gorros y guantes por parte del personal" y la posibilidad de realizar pruebas rápidas a los residentes.

Para los ancianos "no hay lugar en los hospitales", añadió el doctor Durel. "Son demasiado vulnerables y se le va dar preferencia a las personas que tienen más posibilidades de salir del hospital, lo que es completamente comprensible”. Sin embargo, "las familias deben estar tranquilas porque todos están movilizados".

La pregunta que se hacen es si los fallecidos en esos centros para ancianos forman parte de las estadísticas de mortalidad que ofrece el Gobierno cada día porque, según denuncian desde algunas residencias, las autoridades solo hacen referencia a los fallecidos en hospitales. La falta de tests sistemáticos en los asilos hace difícil determinar si la muerte se debe a la pandemia.

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