Miles de personas voluntarias o no ayudan a los más débiles mostrando la cara más humana de esta pandemia .Cubren las carencias de los sistemas sanitarios y asistenciales en Italia y otros países de Europa
La solidaridad cubre carencias de los sistemas sanitarios y de los insuficientes servicios públicos del Estado del Bienestar, resuelve crisis y presenta a sus protagonistas como héroes. La emergencia social de la pandemia no ha sido posible combatirla en Italia sin la contribución de los voluntarios. Son las muletas de un sistema sanitario insuficiente.
En Bérgamo, centro de la pandemia, esta unidad especial de médicos que visitan a pacientes a domicilio, está formada por voluntarios
Monica Pagani, médica incorporada a una unidad especial que ayuda a pacientes en el hogar explica:"Vivo esta situación de una manera normal. No me siento como una heroína sino como una persona normal que solo hace su trabajo".
En España, con carencia de servicos públicos de atencoión domiciliaria, la policía recibe ahora llamadas que antes eran excepcionales. Llama gran cantidad de ancianos que temen la soledad, que no entienden qué pasa, que sufren una caída y no pueden levantarse, situaciones de crisis, especialmente de noche.
Ricardo Gutiérrez, portavoz de la Policía Nacional española recuerda que_"Cuando ven nuestra presencia, se calman, se relajan y, en muchos casos, acuden a nosotros porque no quieren poner en riesgo a sus familiares"._
Cuando el trabajo lo permite también los ervicios de emergencia irlandeses pueden visitar a un niño que cumple diez años, algo que alivia confinamiento y a veces angustia.
Como a Rian, apoyado por la Little Blue Heroes Foundation, con una enfermedad respiratoria que le ha impedido salir de casa en la ciudad de Cork desde el 1 de marzo.Quedó pendiente acompañar a una patrulla local una vez que se hayan levantado las restricciones sanitarias.
En Francia, la Brigada de Bomberos Humanitarios ha sustituido en muchas ciudades a los voluntarios de la asociación Restos du Coeur, entre los que abundan jubilados, grupo de riesgo ahora confinado, que habitualmente presta apoyo y sirve comidas a los sin techo.
Con el cierre de Moscú, las ONGs se encuentran con que cada vez les resulta más difícil la vida a las personas sin hogar. Vladimir, apellido no proporcionado, persona sin hogar_"Este es el único sitio donde finalmente me han cambiado los vendajes. No me han atendido en ningún otro lado, ni en el hospital. Incluso intentamos llamar a una ambulancia ayer y no vino"._
Un centenar de sintecho se agolpaban en la verja sde esta igesia de la capital rusa, cercana a una estación de tren en busca de refugio. Los voluntarios de Moscú creen que aumentará el número de gente necesiatada de ayuda en los próximos dìas.