La victoria de la ultraderecha francesa en las municipales en Perpiñán ha levantado una auténtica polvadera. El alcalde electo, Louis Aliot, habla de un 'buen augurio' para los próximos comicios departamentales y regionales. Las opiniones en las calles de la ciudad están divididas.
La victoria de la ultraderecha francesa en las municipales en Perpiñán ha levantado una auténtica polvadera.
El alcalde electo, Louis Aliot, habla de un "buen augurio" para los próximos comicios departamentales y regionales del año que viene. A más de 800 kilómetros de París, Perpiñán con 120.000 habitantes, es una las ciudades con más paro y mayor índice de pobreza de Francia, un terreno abonado para la ultraderecha.
En las calles, las opiniones sobre el resultado electoral son diversas.
"Pues la elección de Louis Aliot podría representar una especie de esperanza, o una esperanza para devolver a Perpiñán una cierta, una cierta limpieza, una cierta seguridad y atractivo y también un dinamismo", explica un vecino.
"Pues pienso que a pesar de todo, hay personas hartas de ver a ciertas comunidades aunque en algún sitio tienen que vivir, los gitanos están aquí desde hace 300 años, entonces, sí que quizás que las cosas no van tan bien como antes, pero quizás se pueden hacer otras cosas que votar a la extrema derecha. Es mi opinión pero tampoco tengo la solución, eso seguro", comenta una mujer.
La conquista de Perpiñán por la ultraderecha francesa se sigue atentamente desde España, especialmente desde Cataluña. No en vano las relaciones sociales y culturales son estrechas entre ambos lados de los Pirineos.