La incertidumbre con respecto al coronavirus y los rebrotes a lo largo y ancho del mundo ponen en jaque la celebración de los Juegos a falta de 365 días.
Todo era alegría en 2013 cuando Tokio era elegida como sede para los Juegos Olímpicos de 2020, los cuales arrancaban este viernes. Desde entonces, muchas cosas han cambiado y la cita deportiva por excelencia no solo no se celebrará este año, sino que corre peligro de no hacerlo tampoco en 2021, dentro de un año exacto.
"Estos Juegos Olímpicos de Tokio 2020, en 2021, pueden ser, deben ser y serán la luz al final del túnel en el que se encuentra toda la humanidad en este momento", decía recientemente un aún optimista Tomas Bach. Pero lo cierto es que los rebrotes tanto en la capital japonesa como en múltiples partes del mundo ponen en duda que en menos de 365 días la situación esté lo suficientemente solventada como para celebrar semejante evento. La mayoía de los tokiotas, según encuestas, se muestran escépticos:
"No creo que deban seguir adelante", dice un ciudadano de la capital nipona. "No creo que el coronavirus concluya en un año. Ya hay otro anfitrión de los siguientes Juegos Olímpicos, así que espero que puedan volver a considerar Tokio como anfitrión de los siguientes Juegos".
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Algunas voces autorizadas hablan ya de unos Juegos "diferentes", más sencillos, los cuales permitan el cumplimiento de las normas anticoronavirus. Lo que sí está claro, dicen desde el COI, es que en el peor de los casos no habría nuevo aplazamiento, sino directamnete cancelación. Deportitas, espectadores y patrocinadores están muy pendientes. Y es que hay mucho en juego.