"En Italia no hay cabida para más inmigración irregular" dice Di Maio. El jefe de la diplomacia italiana exige a Túnez un "compromiso real" para frenar el flujo de migrantes, que se ha disparado en el último verano
"En Italia no hay cabida para más inmigrantes ilegales". Así de tajante ha sido Luigi di Maio, el ministro de Exteriores italiano, durante su reunión este lunes con el presidente de Túnez.
Italia se planta, ante la llegada cada vez más numerosa de tunecinos a sus costas. Las cifras se han disparado, en especial este verano, debido a la grave crisis que atraviesa el país norteafricano, golpeado por la pandemia de covid, que ha hundido el turismo y disparado el desempleo. En lo que va de año, se calcula que han llegado a las costas italianas cerca de 6500 tunecinos.
El jefe de la diplomacia italiana, Luigi di Maio, viajó este lunes en Túnez, al frente de una delegación compuesta también por dos comisarios europeos, para tratar de encontrar soluciones.
La UE anunció que concederá 10 millones de euros al país para que adquiera equipamiento para frenar la inmigración irregular. No obstante, Túnez estima que las medidas de seguridad servirán de poco si no van acompañadas de un plan de desarrollo global.
Mientras tanto, Di Maio advirtió que los inmigrantes que lleguen a Italia serán repatriados ipso facto, en dos vuelos semanales, y amenazó con recortar los fondos de ayuda a Túnez si no muestra un "compromiso real".