Sin justicia no hay paz. Es el grito de indignación que se escucha desde hace dos días en el estado estadounidense de Wisconsin y que ha forzado a desplegar a la guardia nacional. Tras este nuevo estallido de cólera racial está la difusión de un vídeo en el que la policía dispara a un hombre negro
Sin justicia no hay paz. Es el grito de indignación que se escucha desde hace dos días en el estado estadounidense de Wisconsin y que ha forzado a desplegar a la guardia nacional. Tras este nuevo estallido de cólera racial está la difusión de un vídeo en el que, aparentemente, la policía dispara varias veces a un hombre negro por la espalda. Jacob Blake, de 29 años, resultó herido grave y fue llevado al hospital.
"Debemos comenzar el largo pero importante camino para asegurarnos de que nuestro estado y nuestro país empiezan a cumplir nuestras promesas de equidad y justicia", afirmaba en una rueda de prensa el gobernador de Wisconsin, el demócrata Tony Evers.
Ante la magnitud y la violencia de las protestas, las autoridades declararon el toque de queda en Kenosha, donde ocurrieron los hechos. Los agentes implicados, que acudieron al lugar tras recibir una llamada denunciando un episodio de violencia doméstica, han sido retirados del servicio. El movimiento Black Lives Matter se ha movilizado en todo el país para denunciar lo que consideran que es otro caso más de racismo y brutalidad policial.