La movilización de este domingo en la capital bielorrusa ha estado marcada por las fuertes medidas de seguridad impuestas por la policía.
PUBLICIDADEl movimiento anti Lukashenko no se desinfla. Un domingo más, decenas de miles de bielorrusos salieron a las calles de la capital, Minsk, para exigir la dimisión de su presidente. Las protestas se sucedieron también en otras ciudades del país, justo cuatro semanas después de unas elecciones que muchos tachan de fraudulentas.
La llamada 'Marcha de la Unidad' de Minsk ha estado marcada por las fuertes medidas de seguridad impuestas por la policía. Los agentes han bloqueado los accesos a algunas de las principales avenidas de la ciudad y han acordonado la ya emblemática Plaza de la Independencia.
Los medios locales informan de múltiples detenciones en distintos puntos de la ciudad. Algunos edificios gubernamentales , como el palacio presidencial han sido a su vez fuertemente custodiados y varias estaciones de metro han sido cerradas.
Desde Vilna, la líder de la oposición Svetlana Tijanóvskaya llamaba a una manifestación pacífica que ha marchado bajo el lema "Uno para todos y todos para uno". Tijanóvskaya tiene pensado viajar el próximo miércoles a Polonia para seguir sumando aliados en su particular batalla diplomática contra Aleksander Lukashenko, que de momento contaría con el apoyo de Rusia en caso de necesitar respaldo policial.