Unas 40 personas mueren cada día por la pandemia.
PUBLICIDADRumanía está entre los siete países europeos que generan "gran preocupación", por el aumento de la tasa de mortalidad por la COVID-19. Ocupa el segundo lugar, tras España. Unas 40 personas pierden la vida cada día en Rumanía debido a la pandemia.
La mitad de las unidades de cuidados intensivos ya están llenas y los médicos temen lo peor.
"Temo que aumente el número de casos de COVID-19 y también temo que se supere el límite de compatibilidad de las UCI. El sistema de salud no podría ofrecer asistencia a los pacientes no COVID-19 en este escenario", ha explicado Beatrice Mahler, gerente del Hospital de Neumo-Fisiología Marius Nasta.
A los expertos en salud les gustaría ver una campaña masiva de test. Algo que no está sucediendo. Solo a los pacientes con síntomas se les hacen las pruebas. A sus contactos, simplemente, se les manda a casa, aislados. Hoy por hoy, se realizan unos 25.000 test diarios.
"Es importante estar preparados para luchar contra este aumento, para aplicar, tal vez, no un confinamiento global sino confinamientos específicos en las áreas con intensa transmisión comunitaria. Y lo que también es importante es mejorar la capacidad para hacer test, para hacer pruebas a todos los contactos de una persona infectada. Es muy importante detener la propagación y aislar a los infectados", ha señalado Alexandru Rafila, representante de Rumanía en la junta de la OMS.
Los científicos alertan de que la expansión del virus en Europa "es rápida y contenerla es lento y costoso".
Rumanía ha reabierto tiendas, bares y hoteles, pero algunos centros educativos permanecen cerrados.
"Algunas escuelas comenzaron las clases a mediados de septiembre, en un escenario rojo, es decir, completamente en línea, ya que algunos de los profesores estaban infectados. Pero este centro volverá a estar lleno este domingo. Los rumanos votan en las elecciones locales. Las autoridades dicen que se han tomado todas las medidas necesarias para evitar la propagación del virus", explica desde Bucarest Mari Jeanne Ion, Euronews.