Protestas, presión diplomática y la elaboración por parte de la oposición de una nueva Carta Magna... así prosigue en Bielorrusia el pulso a Lukashenko.
PUBLICIDADEn Bielorrusia, más de un centenar de manifestantes fueron detenidos en Minsk este domingo durante la tradicional marcha opositora contra el presidente Alexandr Lukashenko. La policía empleó cañones de agua, gas pimienta y granadas aturdidoras. En algunos lugares de la ciudad se produjeron enfrentamientos violentos entre efectivos de las f****uerzas antidisturbios con pasamontañas negros y grupos de manifestantes.
La líder opositora en el exilio, Svetlana Tijanóvskaya, que mantiene que es la ganadora de las elecciones presidenciales del 9 de agosto, asegura que no cesarán las protestas "hasta que liberen a todos los opositores detenidos y haya nuevas elecciones".
Su marido, el bloguero encarcelado, Serguéi Tijanovski le preguntó por los encuentros con Emmanuel Macron y Angela Merkel que le han brindado su total apoyo.
Lukashenko hizo el sábado una inesperada visita al centro de detención del KGB para debatir con los dirigentes opositores la reforma constitucional.
La oposición ya ha iniciado la elaboración de una nueva Carta Magna que reducirá las facultades del jefe del Estado e instaurará un sistema electoral mixto. Lukashenko ya ha adelantado que no cederá al dictado de las multitudinarias protestas de las últimas semanas.