La cancelación de las subvenciones afectó principalmente a padres de origen migratorio y llevó a muchos a endeudarse para devolver a la agencia tributaria lo recibido durante años, varios medios locales confirman la dimisión
La mala gestión en un programa de ayudas, ha llevado a muchas familias a la ruina y ha hecho que el Gobierno holandés acabe por dimitir en bloque.
Las ayudas, establecidas para padres con hijos, fueron canceladas en 2014, cuando a muchos de los receptores de la misma se les comunicó que no les correspondían. Tuvieron entonces que devolver el dinero prestado haciendo frente, en algunos casos, a deudas de has ta 100.000 euros. Se trata de subvenciones ofrecidas a los padres que, por trabajo, tienen que dejar a sus hijos en guarderías o con cuidadores. 26.000 personas recibieron los subsidios, en su mayoría, inmigrantes.
"Somos de una sola opinión: si todo el sistema ha fallado, sólo se puede asumir la responsabilidad de forma conjunta. Y por eso he ofrecido al rey la dimisión de todo el gabinete", explicaba el primer ministro del país, Mark Rutte, en televisión.
El Ejecutivo neerlandés presentó este viernes su dimisión en bloque cerca de dos meses antes de las elecciones previstas para marzo y** después de que el Tribunal Superior de Justicia del país diera la razón a** las familias. Fue una abogada española, mujer del dueño de varios centros infantiles, la que empezó a indagar tras darse cuenta de algunas irregularidades en las anulaciones de las ayudas. Aunque el Gobierno asumió la responsabilidad y quiso compensar a las familias con 30.000 euros a cada una, veinte de estas han denunciado esta semana a cinco ministros.
