Miles de ciudadanos de la Región Administrativa especial podrán ya viajar y vivir en el Reino Unido y obtener con el tiempo la nacionalidad británica.
PUBLICIDADConnie Chan y su familia forman parte de los 7.000 residentes de Hong Kong que se han trasladado al Reino Unido desde el pasado mes de julio. Dentro de cinco años tendrán derecho a convertirse en ciudadanos británicos, en virtud del nuevo régimen de visados que entró en vigor este domingo.
"Lo decidimos de la noche a la mañana, literalmente", recuerda Connie al hablar de cómo abandonaron Hong Kong. "Vimos que las cosas estaban empeorando en Hong Kong y simplemente no tenía sentido seguir, no es la Hong Kong que conocemos".
Se cree que hasta 300.000 personas podrían acabar aceptando una oferta que permite vivir y trabajar en el Reino Unido y finalmente obtener la nacionalidad. Una opción que por supuesto no agrada a Pekín, que este viernes confirmaba que ya no reconocerá los pasaportes nacionales británicos de ultramar que aún poseen los residentes más antiguos de Hong Kong.
"El Reino Unido está tratando de convertir a un gran número de residentes de Hong Kong en ciudadanos británicos de segunda clase", denunciaba el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de China, Zhao Lijian, que acusaba a su vez a Londres de estar "muy necesitada tanto de talento como de capital".
De momento, las nuevas normas anunciadas por China seguirán sin impedir a la mayoría de aquellos que reúnan los requisitos el poder viajar, si bien Pekín no descarta introducir nuevas medidas para evitar la desbandada de miles de ciudadanos de la Región Administrativa Especial.