Los diputados del partido de Aung San Su Kyii celebran una sesión simbólica.
PUBLICIDADLa junta militar de Birmania corta una de las principales vías de comunicación. En los móviles y ordenadores de los ciudadanos ya aparece inservible la aplicación Facebook, Los golpistas han bloqueado su uso para evitar así que las crecientes llamadas a la desobediencia civil tengan una mayor difusión.
Un taxista asegura que no tienen acceso a ninguna noticia sobre la líder de facto depuesta, Aung San Suu Kyi, y que se encuentra muy abatido. Iría a a lucha pero considera que ella no aprobaría esa opción.
Según los seguidores de la también Nobel de la Paz, esta ha sido denunciada por las nuevas autoridades que han alegado que tenia walkie talkies importados ilegalmente.
Resistencia de la Liga Nacional por la Democracia
Su partido ha llevado a cabo una sesión parlamentaria simbólica este jueves, desafiando así a los militares. Los diputados estaban en la capital para tomar posesión del cargo tres los comicios de noviembre.
"Este golpe viola los derechos humanos de toda la ciudadanía. Esto no es un golpe de estado. Esto es una traición al Gobierno. Diré que esto es una traición de Estado", denuncia Khin Soe Soe Kyi, miembro de la Liga Nacional por la Demoracia.
Los militares habían permitido a los 350 parlamentarios retenidos volver a sus hogares el pasado míercoles. Revirtieron la legalidad por un supuesto fraude en las elecciones en las que el partido de Aung San Suu Kyi obtuvo el 83% de los escaños. De esta forma, el país vuelve a estar bajo el mismo régimen que lo rigió con puño de hierro durante 40 años, hasta 2011.