España deja atrás su sexta noche de protestas callejeras por el encarcelamiento del rapero catalán Pablo Hasél. Manifestaciones con frecuencia violentas que han causado cuantiosos daños materiales en ciudades como Madrid o Barcelona, que el domingo vivió su noche más tranquila.
PUBLICIDADEspaña deja atrás su sexta noche de protestas callejeras por el encarcelamiento del rapero catalán Pablo Hasél. Manifestaciones con frecuencia violentas que han causado cuantiosos daños materiales en ciudades como Madrid o Barcelona, que el domingo vivió su noche más tranquila.
"He venido porque considero injusto que se encarcele a un cantante que sólo expresa sus ideas a través de la música", explicaba un manifestante.
"Creo que vivimos en un estado represivo y policial y he venido a reivindicar mi derecho a la libertad de expresión y para reivindicar derechos civiles y políticos", añadía una joven estudiante.
Grupos radicales marcharon hacia la Jefatura Superior de Policía para lanzar objetos contra los agentes que la custodiaban. Hubo varias detenciones.
Más de un centenar de personas han sido arrestadas, muchas de ellas por saquear tiendas y comercios, durante las protestas por la detención del rapero Pablo Hasél para que cumpliera una pena de nueve meses de prisión por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona. Era la cuarta sentencia contra el rapero: dos por el contenido de sus tuits y las letras de sus canciones y otras dos por agresiones y amenazas.
El caso ha desatado una agria polémica en el seno del Gobierno. Unidas Podemos, la formación del vicepresidente Pablo Iglesias, no ha condenado los disturbios y ha cuestionado la actuación policial.