El Likud, el partido del actual primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha sido la fuerza política más votada tras las elecciones generales celebradas en Israel. Sin embargo, la incógnita es saber si tendrá apoyos suficientes para garantizar la gobernabilidad del país.
El Likud, el partido del actual primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha sido la fuerza política más votada tras las elecciones generales celebradas en Israel, según los sondeos a pie de urna.
Sin embargo, la incógnita es saber si tras finalizar el recuento oficial, el definitivo reparto de los 120 escaños del Parlamento permitirá o no a Netanyahu conseguir una mayoría de apoyos suficiente, como para garanitzar la gobernabilidad del país.
Su principal rival, el líder de la oposición, Yair Lapid, del partido centrista Yesh Atid, mantendría su peso en la Knéset.
La baja participación que sólo alcanzaba el 60,9% a las 20:00 hora local (18:00 GMT), dos horas antes del cierre de las urnas, podría traducirse en un persistente bloqueo político.
En cualquier caso, Netanyahu necesitaría tanto a sus socios ultraortodoxos y de extrema derecha como el respaldo de Naftali Benet, líder del derechista Yamina para poder formar un gobierno estable.