Los propietarios de las piscifactorías de la zona están perdiendo dinero a causa de las aves migratorias, que se comen sus peces
Los cambios climáticos han dado lugar a un nuevo ecosistema en la ciudad rumana de Iaşi, a unos 30 kilómetros de la frontera con la República de Moldavia. En este humedal viven la mitad de las especies de aves del país.
El nivel del agua en el delta situado entre dos ríos ha disminuido por el calentamiento global de los últimos 30 años, pero siguen existiendo estanques de peces. Y éstos atraen a numerosas aves, entre ellas hasta 40.000 que descansan aquí durante su migración.
La profesora Carmen Gache, Presidenta de la Sociedad Ornitológica, explica que "podemos admirar 132 especies de aves en este pequeño delta. La zona se puede preservar de forma natural. Pero sin la existencia de las piscifactorías, que aseguran un determinado circuito de agua, el delta desaparecería".
Sin embargo los propietarios de las piscifactorías de la zona están perdiendo dinero a causa de las aves migratorias. Se quejan de que se comen grandes cantidades de peces de sus estanques. Otro impedimento es la presencia de nutrias que hacen túneles dentro de las presas de los estanques.
Por todo ello exigen una compensación económica, ya que su quiebra podría llevar a la extinción del delta, declarado en 2020 de importancia internacional.
"Podemos organizar actividades de agricultura ecológica, o actividades turísticas, actividades recreativas, o turismo científico", propone la Directora de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Iasi, Galea Temneanu, señalando las posibilidades de utilizar el delta como reaserva natural y al mismo tiempo medio económico.