El pontífice, de 84 años, sigue ingresado en el hospital romano Gemelli, pero eso no le impidió rezar el Ángelus acompañado de decenas de feligreses y defender la importancia de la Sanidad pública.
Aún en plena recuperación, pero con buen estado de ánimo. El papa Francisco se dejó ver este domingo por primera vez desde su operación de colon.
El pontífice, de 84 años, sigue ingresado en el hospital romano Gemelli, pero eso no le impidió rezar el Ángelus acompañado de decenas de feligreses y hablar sobre la importancia de la Sanidad pública.
"En estos días he experimentado lo importante que es un buen servicio sanitario, accesible a todos, como el que hay en Italia y en otros países. Un sistema sanitario que garantice un buen servicio accesible para todos", reconoció.
Y exclamó: "No debemos perder este bien tan precioso ¡Tenemos que mantenerlo! Y para ello debemos esforzarnos todos, porque sirve a todos y requiere la contribución de todos".
Hace una semana el papa Francisco fue operado por "una estenosis diverticular grave con signos de diverticulitis esclerosante" en la que se le extrajo una parte del tracto.
Si bien de forma somera, la Santa Sede viene informando cada día de las condiciones de salud del papa, al que en su juventud tuvieron que extirpar el lóbulo superior del pulmón derecho.
A la espera de su alta, sigue el tratamiento, los resultados de las pruebas que se le han realizado tras la operación de colon son positivos y los últimos análisis de sangre son "satisfactorios", pese a que en la tarde del miércoles tuvo unas décimas de fiebre.
En definitiva, Francisco evoluciona según lo previsto, pasa el día tranquilo, pasea por el pasillo, cena con sus colaboradores y ha oficiado misa en la pequeña capilla de la habitación.