Alemania y Estados Unidos llegan a un acuerdo para la construcción del Nord Stream 2. Berlín se compromete a sancionar a Moscú si este usa el gas como arma política.
Alemania y Estados Unidos llegan a un acuerdo sobre el gaseoducto Nord Stream 2. El pacto pone fin a una larga disputa entre Washington y Berlín, y obliga al segundo a imponer sanciones a Moscú impide la entrada de gas a Ucrania y usa en gaseoducto como un arma de presión geopolítica.
Junto a su gemelo, este segundo conducto bombeará gas desde Rusia a Alemania a través del Mar Báltico y duplicará la cantidad de gas natural que llegaba de Rusia a Europa.
"Alemania se ha comprometido en este acuerdo a que, si Rusia intentara utilizar la energía como arma o cometer más actos agresivos contra Ucrania, Alemania tomará medidas a nivel nacional y presionará para que se tomen medidas efectivas a nivel europeo, incluyendo sanciones para limitar la capacidad de exportación rusa a Europa en el sector energético", explicaba en una comparecencia la subsecretaria de Estado para asuntos políticos, Victoria Nuland.
El proyecto Nord Stream 2 ha planteado un importante quebradero de cabeza para la política exterior a la Administración Biden que ve con recelo como esta nueva vía de entrada de gas a Europa puede suponer un bloqueo para Ucrania, el paso habitual del combustible.
Tanto Ucrania como Polinia ven "insuficiente" el acuerdo para mantener su seguridad. Rusia, por su parte, lo niega y describe el acuerdo como un proyecto comercialmente beneficioso.
Polonia y Ucrania consideran que el Nord Stream 2 supone una amenaza y que el acuerdo entre Berlín y Washington es "insuficiente" para mantener su seguridad. Rusia lo niega y describe el proyecto como comercialmente beneficioso para todos los implicados.