Los habitantes de la Polinesia Francesa esperan que Macron compense las "actitudes coloniales racistas que despreciaron la vida de los isleños"
El paso de Emmanuel Macron por la Polinesia Francesa no puede obviar el legado de las pruebas nucleares que para muchos representan las actitudes coloniales racistas que despreciaron la vida de los isleños.
Ahora esperan que el presidente de Francia confirme la compensación a las víctimas de la radiación tras décadas de pruebas nucleares en las que el país perseguía su soberanía atómica.
"Al igual que reconoció la colonización que tuvo lugar en Argelia como un crimen, también esperamos que declare que fue criminal y una forma de colonización que está vinculada a la energía nuclear aquí en el Pacífico", denuncia el Padre Auguste Uebe-Carlson, presidente de la Asociación 193, un grupo que se opone a las pruebas nucleares francesas en la región.
"Una disculpa es suficiente, es enorme, pedir perdón lo es todo", dice la activista Leonie Tetunu.
En su visita, Macron también expondrá su visión estratégica para el Pacífico Sur, de enorme interés militar y comercial, ante el creciente poder de China.