Francia reconoce su responsabilidad en el genocidio en Ruanda. Veintisiete años después de la matanza, el presidente Emmanuel Macron ha admitido en Kigali la responsabilidad política que tuvo en lo ocurrido el Gobierno francés de la época, pero ha negado que fuera cómplice del genocidio
PUBLICIDADEl presidente francés, Emmanuel Macron, llegó a "reconocer (las) responsabilidades" de Francia en el genocidio de 1994 en Ruanda, en un discurso pronunciado este jueves en el memorial del genocidio en Kigali.
Francia "no fue cómplice", pero "durante demasiado tiempo ha dado prioridad al silencio sobre el examen de la verdad", dijo, y añadió que "sólo los que han pasado por la noche pueden quizás perdonar, darnos el regalo del perdón".
El esperado discurso se produjo durante una visita oficial a Ruanda, que se anunció como la "etapa final de la normalización de las relaciones" entre ambos países tras más de 25 años de tensiones por el papel de Francia en la tragedia, que dejó al menos 800.000 muertos, en su mayoría tutsis, entre abril y julio de 1994.
"Al estar, con humildad y respeto, a vuestro lado, este día, vengo a reconocer nuestras responsabilidades", dijo Emmanuel Macron en el discurso solemne, pronunciado tras una visita al museo conmemorativo.
En 1994, en Ruanda, alrededor de 800 000 tutsis y hutus moderados fueron masacrados en poco más de tres meses en unos de los peores genocidios de la historia reciente.
La cuestión del papel de Francia antes, durante y después del genocidio ha sido un tema candente durante años. Un informe reciente, realizado por historiadores, subraya la responsabilidad del Gobierno del entonces presidente francés, François Mitterrand, al que acusan de haber permanecido "ciego" antela deriva racista y genocida del gobierno hutu al que entonces París apoyaba.