Varios países están enviando refuerzos al territorio heleno para tratar de sofocar las llamas.
Para la isla griega de Eubea, la última semana podría describirse fácilmente como el infierno en la tierra. Las enormes llamas han quemado miles de hectáreas de bosque, destruyendo muchas casas y negocios.
Miles de personas han huido de sus hogares, pero muchas se han negado a hacerlo y a intentar salvar sus propiedades. Muchos pueblos no tienen electricidad ni agua.
Los residentes están enfadados con el Gobierno ya que dicen que se les ha abandonado a su suerte y añaden que los bomberos desplegados no son suficientes. También aseguran que el gobierno no ha enviado bastantes aviones.
Al mismo tiempo, más de 20 países han trasladado unidades de infantería, camiones de bomberos y aviones a Grecia. El Ejecutivo ha expresado su gratitud a los que se apresuraron a ayudar.
En el plano político se critica duramente al Gobierno por su gestión). Las autoridades responden que no es el momento y que pronto llegará el tiempo de la crítica -y la autocrítica-.