Las protestas se sucedieron en varias ciudades francesas. El pase lleva una semana en vigor y es necesario para entrar en restaurantes, bares, estadios, trenes, aviones o autobuses de larga distancia.
PUBLICIDADMiles de personas, desde familias hasta simpatizantes de la extrema derecha, se manifestaron por quinta vez en diferentes ciudades de Francia en contra del pase sanitario COVID-19. Las protestas se producen una semana después de que entrara en vigor el documento.
El pase es necesario para entrar en restaurantes, bares, estadios, trenes, aviones o autobuses de larga distancia. Los manifestantes consideran que se limita su libertad y que es una forma encubierta de hacer obligatoria la vacunación contra la COVID-19.
El pase muestra si las personas están totalmente vacunadas, si han tenido una prueba negativa reciente o una prueba de recuperación de COVID-19. El proyecto de ley que lo autoriza incluye la vacunación obligatoria para los trabajadores sanitarios franceses antes del 15 de septiembre.
Estas marchas se producen en un momento en que Francia se enfrenta a un número creciente de nuevas infecciones debido a la variante delta.
A pesar de las protestas, los sondeos demuestran que la mayoría de los franceses apoyan el pase sanitario. El 68,5% de la población francesa ya se ha puesto al menos una dosis y el 57,5% tiene la pauta completa.