El Banco Central Europeo no valora por el momento tomar medidas ante una situación que espera que sea temporal.
Suben los precios. La tasa de inflación en la eurozona pasó del 2,2 % en julio al 3% en agosto, según datos de Eurostat. Un importante repunte que alcanza niveles no vistos desde hace una década.
La pandemia, por supuesto, tiene mucho que ver en esta drástica subida. Superados, parece, los peores meses, todo ha subido con respecto a aquellos días, desde el precio del combustible y como consecuencia también el de la energía, un 15,4%, hasta las materias primas o los hoteles y negocios turísticos.
Lo que está por ver es si la actual inflación ha venido para quedarse o será transitoria. Los expertos mantienen más bien lo segundo al estar hablando de factores temporales, por lo que de momento no se espera ningún tipo de medida defensiva por parte del Banco Central Europeo, ya sea bajando los tipos de interés o frenando su programa de estímulos.
El Fondo Monetario Internacional estima que la inflación vuelva en 2022 a los niveles prepandémicos en la mayoría de los países, si bien reconoce que la incertidumbre al respecto es inevitable, y advierte que los bancos centrales podrían tener que tomar medidas si el aumento de los precios resulta ser más persistente de lo previsto.
Las proyecciones más recientes del banco central, de junio, prevén que la inflación se sitúe en el 1,9% durante todo este año, y que descienda al 1,5% el año que viene. El consejo de gobierno del BCE se reunirá el 9 de septiembre para revisar su política.