Durante su segunda jornada en Eslovaquia ha llamado a la solidaridad con los más necesitados y ha pedido a sacerdotes y obispos que den más libertad a los fieles.
PUBLICIDADEl papa Francisco visitaba este lunes el palacio presiencial de Bratislava en su segundo día de estancia en Eslovaquia, tras una escala relámpago en Hungría.
"Eslovaquia ahora mismo por la pandemia es un país en apuros", decía este joven disfrazado de papa. "Para todos los católicos del país es muy importante tener una inspiración o símbolo de fe para vencer al virus".
Solidaridad y apoyo a los jóvenes
En su discurso ante la presidenta Zuzana Čaputová, el sumo pontífice ha hecho un llamamiento a la solidaridad con los más necesitados, sobre todo tras la pandemia. Ha pedido a Eslovaquia que reafirme su mensaje de integración y de paz. Y ha hecho hincapié en la importancia de motivar a los jóvenes como protagonistas del futuro.
"Cada vez hay más conservadores en Eslovaquia que se oponen a la inmigración. Es bueno que el papa esté pidiendo que los acepten", decía una chica.
'Sin libertad no hay verdadera humanidad'
Más tarde, en la catedral de San Martín, Francisco ha propuesto una iglesia menos rígida que dé mayor libertad a los fieles. "Sin libertad no hay verdadera humanidad", ha sentenciado.
"Ha pedido sacerdotes y obispos que prestemos atención a nuestra liturgia", recordaba el sacerdote Tamás Molnár. "Cuánto hemos predicado sobre la proclamación de la Biblia. Ha dicho que necesitamos buscar nuevas formas y guiar a los creyentes de una manera creativa hacia Jesucristo".
¡Acciones inenarrables contra el pueblo judío¡
El acto más relevante de la jornada ha sido la visita a los restos de la sinagoga de la capital, donde aseguró que el nombre de Dios había sido deshonrado por acciones inenarrables contra el pueblo judío.
"En el ochenta aniversario de la proclamación de las leyes antijudías en Eslovaquia, el papa ha pedido perdón por primera vez a esta comunidad", cuenta el periodista de Euronews Zoltán Siposhegyi. "Durante el Holocausto fueron deportados 75.000 judíos, la mayoría de ellos con la ayuda de la iglesia católica. Actualmente, solo quedan cinco mil judíos en el país".