El país inicia una nueva etapa en la que está por ver si la marcha de Merkel supone también la derrota de la CDU.
PUBLICIDADHa pasado de ser el blanco, a veces amistoso y a veces no, de caricaturistas como Heiko Sakurai, a la política más importante de la historia de su país y a la mujer más influyente del mundo en lo que va de siglo.
Con sentimientos encontrados, Alemania se prepara para decir adiós a la persona que les ha gobernado con firmeza y sensatez durante la última decada y media.
Scholz y Laschet obligados a buscar apoyos para llegar a la cancillería
Con su marcha, Angela Merkel deja atrás un partido cuyas tensiones internas pueden acabar relegándole del poder, y que, como un equipo de fútbol que pierde a su gran estrella, puede verse sumido ahora en una dura etapa de recomposición.
La era de Angela Merkel ha llegado a su fin después de 16 años. Ayer en la Konrad Adenauer Haus, la sede del partido, recibió muchos más aplausos que Armin Laschet. Y con la retirada de Merkel de la política, la CDU también ha perdido muchos votos en favor del SPD y de Los Verdes. Un resultado históricamente malo para unos conservadores, hasta ahora cómodos en el poder, a los que les toca adaptarse.