La oleada de nuevos casos de COVID en ambos países ha llevado a las autoridades a cercar a los no vacunados o a restringir el contacto social.
**La policía austríaca se encamina a un control aleatorio en un barde Viena. Para ir a uno en cualquier lugar del país a partir de este lunes ya no bastará con mostrar un test negativo de COVID. **
Cerco a los no vacunados
Si no se prueba estar vacunado o haber pasado la enfermedad en los últimos seis meses, los clientes tendrán que pagar multas de hasta 500 euros y el establecimiento de hasta 3600.
Los no inmunizados tampoco podrán entrar en restaurantes, gimnasios, eventos deportivos o culturales.
Restricciones selectivas ante el nuevo brote pandémico, con trece mil nuevos casos en un solo día y más de 400 pacientes en cuidados intensivos. Un tercio de la población austríaca no está vacunada.
Adelanto del cierre
En los Países Bajos se apuran los últimos tragos ante el adelantamiento del cierre a las ocho de la tarde, que además de a la hostelería afecta a supermercados y farmacias. Las tiendas no esenciales deberán hacerlo a las seis.
Este confinamiento parcial empezó este sábado y se aplicará por lo menos hasta el cuatro de diciembre. Es el primero en Europa occidental desde la nueva ola de contagios.
El pasado jueves el país registró el número de contagios más alto desde el comienzo de la pandemia, más de 16.300.
En Suiza, varios miles de manifestantes han marchado por las calles de Ginebra pidiendo el voto negativo a una nueva ley de COVID en el referéndum que se celebrará a finales de mes.