El alma del pasillo ecuatoriano, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. De la unión de armonías y melodías de la guitarra y el requinto nace el pasillo, un poético ritmo musical cargado de emoción
Sus cuerdas lloran pegadas al corazón del músico. La guitarra y el requinto son los principales instrumentos del pasillo de Ecuador, un poético ritmo musical que la Unesco acaba de designar Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
El lutier Hugo Chiliquinga nos explica qué es el pasillo.
"El pasillo son poemas musicalizados que hablan de la vida, hablan de la muerte, hablan de las cosas cotidianas. El pasillo es algo como para toda ocasión, puedo decirlo así, es música que tiene ese nivel artístico tan alto, que habla de todo lo que uno puede sentir y se siente identificado con ello", explica.
En el taller de los lutieres Chiliquinga
En el taller de los Chiliquinga en Quito fabrican desde hace tres generaciones guitarras y requintos, que son instrumentos similares, pero un poco más pequeños. Para ello utilizan finas maderas de caoba, arce, ébano y cedro, que van tomando forma entre sus manos.
Armar una de estas joyas puede llevar dos meses. Su precio ronda los 7000 dólares. De aquí han salido instrumentos para tríos míticos como Los Panchos o Los Tres Reyes, también para el guitarrista español Tomatito y los músicos Andrés Cepeda y Daniel Uribe, entre otros.
"La guitarra al ser un instrumento que está pegadito al corazón, pues siempre transmite las emociones de uno. La guitarra para mí cuando nace es un instrumento neutro, es un instrumento que depende quien la toque, transmite lo que siente el músico", cuenta el lutier.
Marcelo Sánchez: "El requinto hace lo que el intérprete no puede decir con palabras"
El pasillo ecuatoriano surge de la unión de armonías y melodías de la guitarra con el requinto, de la combinación de los dos surge la magia, como explica Marcelo Sánchez, considerado uno de los mejores requintistas contemporáneos de Ecuador.
_"La guitarra y el requinto siempre es un conjunto, una guitarra puede sonar bonita tocando a lo clásico que sería una guitarra como solista. Pero un requinto no puede sonar solo sino con una guitarra acompañante (...) _El requinto es prácticamente otro vocalista. El requinto hace lo que el que interpreta no puede decirlo con palabras, entonces el requinto habla a través de sus notas, de sus cuerdas", explica el músico.