Acusan a la expresidenta de haber dirigido un golpe de estado en 2019 y orquestar la destitución de su predecesor, Evo Morales.
¿"Presa política"? o ¿"golpista" y "asesina"?
Esas fueron las palabras que se escucharon afuera del Tribunal Anticorrupción de La Paz, en Bolivia, en boca de dos grupos de manifestantes: los defensores de Jeanine Áñez, la expresidenta transitoria de Bolivia, y los que la señalan de haber dirigido un golpe de estado, y orquestar la destitución de su predecesor, Evo Morales.
Fue de hecho esta fuerte tensión en las calles lo que terminó aplazando el juicio oral contra Áñez que debía iniciar este jueves de manera virtual.
"Porque una nación que no castiga a sus agresores es una nación que corre el riesgo de ser masacrada de nuevo. Debemos dar el ejemplo de que ningún agresor queda impune", dice Fredi Escobar, uno de los manifestantes a favor del juicio contra Áñez.
El juicio abordaba el caso denominado "Golpe de Estado II", en el que Áñez es acusada de los presuntos delitos de incumplimiento de deberes, y resoluciones contrarias a la Constitución. En el otro proceso denominado "Golpe de Estado I", se le acusa de sedición, conspiración y terrorismo, pero dado que se sigue investigando, aún no hay cargos formales.
En analista político Carlos Cordero, opina que Áñez asumió la presidencia en un caso de excepcionalidad política, y en el marco de la constitución:
"Los juicios están planteados simplemente como una manera de establecer una sanción política a quienes se atrevieron a ser adversarios, en un momento de crisis, del (oficialista) Movimiento al Socialismo."
Por el momento se desconoce la nueva fecha del juicio de Jeanine Áñez, y si será nuevamente virtual o presencial.
