El oficialismo boliviano ha apelado este martes a la "unidad" en el inicio de una multitudinaria marcha de siete días que atravesará el altiplano. Se trata de una muestra de la fuerza con la que cuenta el Gobierno de Luis Arce por parte de los sectores afines tras las críticas de sus detractores.
El Movimiento Al Socialismo saca músculo en Bolivia. Miles de manifestantes han iniciado una marcha de siete días desde Caracollo hasta la Paz con el objetivo de respaldar al Gobierno de Luis Arce.
El presidente que también participa junto a los manifestantes, considera que los paros de la semana pasada son un intento de "desestabilización" y afirma que son un pretexto para gestar un nuevo "golpe de Estado".
El presidente de Bolivia, Luis Arce, ha destacado: "Quienes no han tenido la capacidad de generar mayoría (en el Congreso de Bolivia) quieren ganarlo de otra manera. Por eso el pueblo de Bolivia hoy marcha para revindicar para decirles que la apuesta del pueblo boliviano es la democracia, hermanas y hermanos."
A la caminata, convocada por el expresidente Evo Morales, también han acudido organizaciones políticas, sociales y sindicales. La denominada por el oficialismo como "Marcha por la patria" recorrerá más de 188 kilómetros y se espera que llegue el próximo 29 de noviembre a La Paz.
"Sabemos que la derecha aquí en la derecha quiere desarticular. Quiere un nuevo golpe de Estado", señala uno de los manifestantes. "Estamos yendo en defensa de la democracia y también pidiendo justicia por lo caídos en noviembre de 2019".
En la última semana Arce ha tenido que dar marcha atrás en un proyecto de ley y en una normativa sobre ganancias ilícitas y financiamiento al terrorismo.
Según la oposición ese retroceso fue una derrota para el Gobierno y dejó al descubierto su falta de conexión con la población.