Buena parte de España amaneció este martes con cielos anaranjados y una capa poco frecuente de polvo procedente del desierto norteafricano del Sáhara, un fenómeno conocido como "calima" que cubre campos, calles, automóviles, edificios y monumentos de la capital, otras ciudades y zonas del país.
Una enorme nube de polvo procedente del desierto del Sáhara ha cubierto parte de España. Se ha notado especialmente en Madrid, la capital, donde los coches amanecían así, cubiertos de barro. Las estaciones de metro se llenaban de arena. Algunos ciudadanos barrían las entradas de sus portales.
El Ayuntamiento de Madrid activó este martes un dispositivo especial de limpieza del polvo, por lo que serán incrementados al máximo los servicios que utilizan agua para arrastrar la suciedad lo antes posible.
La calima ha llegado empujada por la borrasca ‘Celia’ que se ha notado especialmente en la costa que baña el Mar Mediterráneo
La Dirección General de Protección Civil ha alertado de fuerte oleaje, con olas entre 5 y 6 metros. Así se escuchaba el viento en Alicante. La bruma ha teñido los cielos de varias provincias mediterráneas de naranja. Algunas estaciones de Murcia registraban más de 100 miligramos por metro cúbico cuando según la OMS el máximo al que se puede estar expuesto es de 50 miligramos por metro cúbico. La región ha activado el nivel tres de alerta por partículas contaminantes.
¿Qué problemas puede acarrear la calima para la salud?
El polvo puede provocar irritación en la piel y los ojos, conjuntivitis, asma y otras afecciones respiratorias. La población más vulnerable a este tipo de fenómenos, según los expertos, es aquella que tiene alergias, patologías respiratorias o alguna insuficiencia cardiaca.
Por ello las autoridades sanitarias de Murcia han recomendado evitar la actividad física tanto en el exterior como en el interior o evitar viajar por carretera a primera o última hora de la tarde cuando la concentración de partículas es más alta.