El presidente de Cruz Roja Internacional Peter Maurer se reune con Serguéi Lavrov en la capital rusa para abordar la crisis humanitaria de Ucrania.
Tras hacer lo propio en Kiev, el presidente del Comité Internacional para la Cruz Roja, Peter Maurer, ha llevado su mensaje a Moscú: las partes del conflicto en Ucrania deben respetar el derecho internacional humanitario en lo que respecta a los civiles, los heridos, los prisioneros y la repatriación de cadáveres.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, asegura que su país está dispuesto a cooperar:
"Estamos interesados en resolver los problemas que se acumulan ahora en Ucrania", decía el ministro ruso, "para que se eliminen los obstáculos a la evacuación de civiles y a la entrega de ayuda humanitaria".
Maurer recordó también que aunque Rusia y Ucrania tienen "puntos de vista diferentes", lo más necesario ahora es llegar a ese acuerdo que permita funcionar a los corredores humanitarios:
"Siempre hemos subrayado que no es posible pensar en el acceso o en la evacuación ni en Mariúpol ni en otro lugar si no hay un acuerdo sólido y detallado entre los militares sobre el terreno", aclaraba Maurer.
La visita de Maurer a Moscú dura dos días, en los que abordará con las autoridades rusas una tragedia que se ha cobrado ya 10 millones de desplazamientos dentro de Ucrania y cerca de tres millones y medio de refugiados, según datos de la ONU.