El Ministerio de Defensa ruso ha divulgado estas imágenes en las que varios abandonan la planta caminando con dificultad, algunos con palos o muletas, y otros con vendas en los ojos, brazos y piernas. La guerra se libra palmo a palmo en el Donbás.
PUBLICIDADFuertemente custodiados por soldados del Ejército ruso o de las milicias prorrusas, estos militares ucranianos evacuados de la acería Azovstal, en Mariúpol, reciben tratamientoen centros hospitalarios de la región de Donetsk.
Se trata de los heridos más graves entre los 1 730 combatientes ucranianos de la planta que se han rendido en los últimos tres días, según la cifra facilitada desde Moscú.
El Ministerio de Defensa ruso ha divulgado estas imágenes en las que varios abandonan la planta caminando con dificultad, algunos con palos o muletas, y otros con vendas en los ojos, brazos y piernas.
Con Mariúpol bajo control ruso, la ofensiva continúa al este del país, en el Donbás, en las regiones de Donetsk y Lugansk, en donde las fuerzas prorrusas avanzan metro a metro.
Mientras, los bombardeos del Ejército ruso continúan provocando graves daños en infraestructuras civiles, como este almacén de grano en una pequeña localidad situada a unos 50 kilómetros al este de Zaporiyia.
Precisamente los silos en los que se guardan los cereales han sido un objetivo habitual en varias ciudades ucranianas.
También se ha informado de la destrucción de una planta de suministro de agua caliente a un hospital y varios edificios en Járkov, sin que se registraran heridos.
Todo mientras la segunda ciudad del país, controlada ahora por el Ejército ucraniano, se prepara para recuperar una cierta normalidad con la reapertura del metro a partir de la próxima semana.
Sus estaciones han servido de refugio para miles de personas desde el inicio de la guerra en Ucrania.