En Carballeda de Valdeorras, Orense, o en el pueblo zaragozano de Moros, sus habitantes han tenido que desalojar ante el avance del fuego.
Los incendios no dan tregua en España, con diferentes puntos del país sufriendo la devastación que deja a su paso el fuego.
En Galicia, más de 700 personas han tenido que ser desalojadas, con 16 focos activos que han quemado ya 18.000 hectáreas.
Casi la mitad de ellas en Carballeda de Valdeorras, Orense. Varios castaños centenarios han sido víctimas de este desastre.
"El fuego era tan grande con este enorme viento que soplaba, que cambiaba de dirección cada pocos minutos", cuenta un habitante de la zona. "Lo apagabas en un lugar y de repente las llamas volvían a aparecer. Era imposible apagarlo, imposible".
"Planté nuevos junto a los viejos", explicaba un residente sobre sus castaños calcinados, "pero todos han desaparecido. Aquí había castaños de 10 metros de diámetro, de cientos y cientos de años".
En Aragón, escenas de tensión en Ateca, Zaragoza, donde han ardido ya más de 1000 hectáreas. Los fuertes vientos, de hasta 50 kilómetros por hora, cogían por sorpresa a los 400 habitantes del pueblo de Moros, que tenían que abandonar rápidamente sus hogares.
"El fuego ya está muy cerca del pueblo y el humo está empezando a afectar a la gente", confesaba un habitante del pueblo. Para otro ciudadano "el tener que desalojar no es grave. El problema será si el fuego llega al pueblo".
Desde que arrancara la ola de calor, hace aproximadamente una semana, España ha visto arder cerca de 25.000 hectáreas, con dos personas fallecidas. Muchos ya son conscientes de que ante semejante panorama solo queda esperar y huir.
